BYD supera a Tesla por segundo mes en Europa

Tesla pierde fuelle en Europa mientras BYD pisa el acelerador con fuerza. Las cifras del mes de agosto, publicadas por la ACEA, muestran un vuelco que hace apenas un año parecía impensable: las ventas de BYD en la UE, Reino Unido y países de la EFTA crecieron un 201 %, superando a Tesla por segundo mes consecutivo. Mientras tanto, la marca californiana cae un 36,6 % interanual y se queda con apenas el 1,2 % de cuota de mercado, frente al 1,3 % que ya representa BYD.

La clave está en la flexibilidad tecnológica. Tesla sigue centrada exclusivamente en coches 100 % eléctricos, con una gama que, aunque se ha renovado con restylings y mejoras puntuales, no ha introducido novedades radicales en años. BYD, en cambio, ha apostado por una estrategia más mixta y agresiva, donde los híbridos enchufables (PHEV)juegan un papel fundamental.

Uno de los responsables del éxito de la marca china es el Seal U DM-i, un SUV enchufable con etiqueta CERO, precio competitivo y buena autonomía eléctrica. En los próximos meses, la ofensiva continuará con el Seal 6 DM-i, que promete seguir el mismo camino: estética cuidada, interior tecnológico y cifras que cumplen tanto para el día a día como para viajes largos. Además, BYD sigue posicionándose como una marca “racional”: productos bien equipados, precios agresivos y una red de ventas en plena expansión.

Todo esto sucede en un mercado que sigue creciendo, aunque a menor ritmo. Las matriculaciones en el conjunto de la UE y asociados crecieron un 4,7 % en agosto, hasta las 800.000 unidades, reflejo de una recuperación contenida por el contexto económico y las dudas del cliente medio. En ese escenario, los modelos electrificados (eléctricos puros y PHEV) ya suponen el 23,8 % del total, con los híbridos enchufables creciendo un 14,1 % y los eléctricos puros un 30,2 % respecto al mismo mes de 2024.

El empuje de los PHEV no es casual. Mientras los eléctricos puros siguen enfrentando el reto del precio, la autonomía en uso real y la infraestructura de carga —especialmente fuera de entornos urbanos—, los híbridos enchufables aparecen como una solución más equilibrada. No requieren infraestructura adicional para funcionar, se benefician de incentivos fiscales y, al mismo tiempo, cumplen con las exigencias de emisiones en zonas restringidas. Todo eso con un arancel del 10 % en Europa frente al hasta 38 % que se aplica a los coches eléctricos importados desde China.

Esto último está siendo determinante. Las marcas chinas, conscientes de la presión arancelaria y del recelo aún presente entre muchos consumidores europeos, están utilizando los PHEV como caballo de Troya. Más baratos de producir que los eléctricos puros, más rentables en el margen comercial y más fáciles de homologar con los objetivos de CO₂. Es una jugada doble: ganan cuota y evitan las penalizaciones.

Para Tesla, el reto no es pequeño. En un entorno donde la diferenciación tecnológica ya no es tan marcada —la competencia ha recortado terreno en autonomía, conectividad y asistencia a la conducción—, su dependencia del segmento 100 % eléctrico empieza a jugar en contra. Las actualizaciones de Model 3 y Model Y no están siendo suficientes para frenar la caída, especialmente ante alternativas más recientes y asequibles.

Mientras tanto, la industria europea también sufre. La caída de las ventas en China, los costes regulatorios internos y el avance de las marcas asiáticas en casa han debilitado a los fabricantes tradicionales. Ante la presión, muchas marcas están revisando su apuesta por el eléctrico puro y acelerando el desarrollo y comercialización de modelos híbridos enchufables como vía intermedia para mantener volúmenes y cumplir normativas.

Todo apunta a que, al menos en el corto plazo, los PHEV van a seguir ganando terreno en Europa. Y si la dinámica continúa como hasta ahora, BYD va camino de consolidarse como uno de los nuevos grandes jugadores del mercado continental.

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