Con el objetivo de reforzar su presencia en Europa, BYD ha aprovechado el Salón del Automóvil de Shanghái para presentar una actualización profunda de uno de sus modelos clave: el BYD Dolphin, que llegará a los concesionarios europeos como modelo 2026. La renovación no se limita al diseño; también hay mejoras en equipamiento, motorizaciones y tecnología, una fórmula con la que la marca china espera pisar más fuerte en un segmento cada vez más competitivo.
El Dolphin 2026 mantiene sus proporciones generales, con una ligera reducción de un centímetro en su longitud, pero adopta un nuevo lenguaje estético, denominado Ocean Design, que le da un aire más sofisticado. Los paragolpes, la parrilla y los grupos ópticos se rediseñan con guiños al mundo marino, como los faros traseros que simulan el salto de un pez e integran el logo de BYD iluminado. Las llantas de 17 pulgadas también evocan el movimiento del agua, reforzando un carácter más emocional sin renunciar a la funcionalidad.
Donde sí hay un cambio más palpable es en el interior. El diseño del habitáculo se simplifica, pero al mismo tiempo gana en calidad percibida. La clásica pantalla giratoria de BYD desaparece para dar paso a una unidad fija horizontal de 12,8 pulgadas, más nítida y con una interfaz revisada. El cuadro de instrumentos también crece (8,8 pulgadas), el volante rediseñado mejora la ergonomía, y el techo panorámico aporta una sensación de amplitud superior. En la parte trasera se incorporan salidas de aire y en el túnel central aparece una nueva nevera con función de frío y calor, algo poco habitual en este segmento.
A nivel técnico, el salto adelante es claro en el apartado de asistencia a la conducción. El Dolphin 2026 equipa 29 sensores, entre ellos 5 radares de ondas milimétricas, 12 cámaras de alta definición y otros tantos radares ultrasónicos, lo que permite una percepción del entorno mucho más avanzada. Todo esto se traduce en una mejora sustancial del sistema de conducción semi-autónoma, algo cada vez más demandado por los usuarios europeos. También se ha mejorado el aislamiento acústico y se ha reforzado la iluminación ambiental, dos aspectos que apuntan al confort a bordo.
En cuanto a las motorizaciones, la gama añade una opción intermedia de 177 CV, que se sitúa entre las versiones ya conocidas de 95 y 204 caballos, todas con tracción delantera. Las baterías Blade de litio-ferrofosfato siguen siendo el corazón del sistema eléctrico, aunque con mejoras: la versión pequeña admite ahora cargas de hasta 80 kW en corriente continua (antes 60 kW), mientras que la batería grande sube hasta los 110 kW (antes 88 kW). Todavía no se han confirmado las cifras de autonomía del modelo actualizado, aunque sí se ha adelantado que la bomba de calor es un 10% más eficiente, lo que apunta a un mejor rendimiento energético en climas fríos.
En cuanto a precios y disponibilidad, se espera que el BYD Dolphin 2026 llegue a los concesionarios españoles entre finales de este año y comienzos de 2026. La versión de entrada debería situarse en torno a los 30.000 euros, lo que lo posiciona como una alternativa directa al renovado Renault Zoe o al inminente Volkswagen ID.2. Según datos de ANFAC, BYD ya ha incrementado su cuota de mercado en el primer trimestre de 2025 gracias al impulso de modelos como el Seal U y el Atto 3, y todo indica que el nuevo Dolphin contribuirá a consolidar esa tendencia.