El gigante chino BYD no se conforma con liderar el mercado global del coche eléctrico. Ahora redobla su apuesta por Europa, con dos fábricas en marcha —una en Hungría y otra en Turquía— y un giro estratégico que tiene mucho que ver con un modelo concreto: el Seal U DM-i, que acaba de coronarse como el híbrido enchufable más vendido del continente en marzo (JATO Dynamics).
Inicialmente, la compañía tenía previsto limitar la producción europea a vehículos 100% eléctricos, pero el tirón comercial del Seal U ha obligado a revisar planes. Ya no hay distinciones: tanto en la planta húngara de Szeged como en la turca cercana a Izmir se ensamblarán tanto eléctricos puros (BEV) como híbridos enchufables (PHEV), lo que da una pista clara de hacia dónde apunta la demanda real del mercado.
La instalación de Hungría será la primera en entrar en funcionamiento: arrancará en octubre de 2025 con una capacidad inicial de 150.000 unidades al año, que podría duplicarse más adelante si las cifras lo justifican. Allí se montarán en una primera fase los Dolphin y Atto 3, a los que se añadirán más adelante los Dolphin Surf y Atto 2, todos ellos eléctricos. Pero la clave está en que también saldrán de Szeged modelos como el exitoso Seal U DM-i, cuya demanda ha sorprendido incluso a la propia marca.
Por su parte, la planta turca comenzará su actividad en marzo de 2026 con un esquema similar, misma capacidad productiva y también orientada tanto a eléctricos como a PHEV. La elección de Turquía no es casual: su cercanía con mercados clave como Alemania, Italia o Francia y su red logística ya consolidada la convierten en un nodo estratégico. La marca no ha especificado aún qué modelos se estrenarán en esta planta, pero todo indica que el Seal U volverá a tener protagonismo.
Actualmente, este SUV representa el 38% de las ventas totales de BYD en Europa, una cifra llamativa si se considera que es el único híbrido enchufable de su gama. Esa situación está a punto de cambiar. El grupo ha confirmado que ampliará de forma sustancial su catálogo de PHEV en el continente durante la segunda mitad del año.
Uno de los modelos clave será el Seal 06 DM-i, una berlina del segmento D que llegará acompañada de su versión familiar, el Seal 06 DM-i Wagon. Ambos están pensados para rivalizar directamente con el Skoda Superb iV y el Superb Combi iV. Con longitudes de entre 4,83 y 4,85 metros, ofrecerán motorizaciones híbridas enchufables de última generación con autonomías eléctricas que, previsiblemente, superarán los 100 kilómetros en ciclo WLTP, siguiendo la línea del actual Seal U DM-i.
Esta ofensiva llega en un momento en el que las ventas de híbridos enchufables en Europa siguen mostrando buena forma. En el primer trimestre del año, el segmento creció un 10% interanual, con especial dinamismo en Alemania, Francia y los países nórdicos (ACEA). Mientras tanto, los eléctricos puros siguen enfrentando cierto estancamiento, agravado por el fin de ayudas e incertidumbre regulatoria en algunos países.
En paralelo, BYD ya está buscando ubicación para su tercera planta en suelo europeo, y España figura entre los candidatos. La red de proveedores de automoción, las capacidades logísticas y la cercanía al mercado latinoamericano podrían jugar a favor de nuestro país. A todo esto, se suma el interés del Gobierno por atraer inversión extranjera vinculada al vehículo eléctrico e híbrido, con programas como el PERTE VEC.
La entrada de BYD en el segmento D con PHEV y la extensión de su capacidad industrial en Europa confirman que el grupo chino no está en el continente para competir a medio gas. Si el Seal U DM-i ha sido el caballo de Troya, los próximos meses prometen una ofensiva mucho más amplia, tanto en fábricas como en concesionarios.