Kia EV3 vs BYD Dolphin: dos eléctricos compactos con ambiciones muy distintas
En un mercado que se va llenando de eléctricos compactos por debajo de los 40.000 euros, hay dos nombres que destacan por encima del resto en este 2025: el recién llegado Kia EV3 y el BYD Dolphin. Ambos pretenden convencer a quienes buscan un eléctrico sin renunciar a una experiencia de conducción completa, con buenos acabados, autonomía suficiente y equipamiento que no parezca de segmento básico. Pero sus planteamientos son muy distintos, y eso se refleja —sobre todo— en el precio.
Kia apunta al gran público, BYD se mantiene premium
El Kia EV3 no solo irrumpe con un diseño muy en la línea de su familia EV, sino que también lo hace con una tarifa que lo convierte en el eléctrico más barato con más de 400 km de autonomía real. Parte de 29.910 euros antes de ayudas, lo que lo deja por debajo de los 23.000 con el Plan Moves III y los descuentos de la marca. En un segmento donde el precio es un factor decisivo, esos casi 10.000 euros de diferencia respecto al BYD Dolphin (que parte desde 39.340 euros) son difíciles de justificar salvo que el cliente busque algo muy concreto en el coche chino.
La diferencia de precio no se compensa con una ventaja clara del Dolphin. Ambos ofrecen un motor de 204 CV y cifras de autonomía similares, aunque el EV3 se desmarca con una batería opcional de 81,4 kWh que le permite alcanzar los 605 km homologados. La del Dolphin, de 60,4 kWh, le deja en 427 km, o 559 km en conducción urbana.
Diseño: conservador vs anguloso
En lo estético, BYD propone una carrocería que prioriza el espacio interior sobre las proporciones, algo que se nota en su silueta y que no ha recibido grandes elogios. En cambio, Kia ha trasladado con acierto el lenguaje visual de modelos como el EV6 a un coche más compacto: rectilíneo, con ópticas marcadas y detalles que lo alejan de esa imagen de coche “accesible”.
Pese a que sus dimensiones son muy parecidas —apenas 10 mm separan sus longitudes—, el EV3 es más ancho (1.850 mm frente a 1.770 mm) y eso se traduce en una mejor presencia en carretera. En cuanto a maletero, el coreano vuelve a ganar con 460 litros frente a los 345 del Dolphin, aunque en configuración de asientos abatidos el modelo chino recupera parte del terreno: 1.310 litros frente a los 1.251 del EV3.
Autonomía y consumo, casi calcados
Con 204 CV, ambos garantizan unas prestaciones más que suficientes para su uso cotidiano, aunque el Dolphin consume algo más: 15,9 kWh/100 km frente a los 14,9 kWh/100 km del EV3. Esa diferencia, unida a la mayor capacidad de batería del Kia, justifica esos 605 km en su versión Long Range. Es una cifra que lo convierte en uno de los modelos más interesantes por autonomía de todo el segmento C eléctrico.
Además, la posibilidad de elegir entre dos baterías en el Kia da mayor margen de maniobra al cliente, mientras que BYD ha optado por simplificar la gama en Europa dejando solo la versión más potente.
Equipamiento completo en ambos, con matices
Donde sí hay cierta paridad es en el equipamiento. Ambos llegan con asistentes de conducción avanzados, cámaras de ayuda al aparcamiento, climatización automática y pantallas generosas. El Kia EV3 apuesta por una doble pantalla curvada de 12,3 pulgadas y un sistema multimedia más moderno, con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos. El BYD, por su parte, destaca con elementos como la cámara 360º o los asientos delanteros eléctricos y calefactables con tapicería vegana.
Las diferencias son más de estilo y enfoque que de contenido: el Dolphin busca convencer por refinamiento, el Kia lo hace por relación calidad-precio.
Un segmento que no deja de moverse
Las matriculaciones de eléctricos en España crecieron un 45% interanual en el primer cuatrimestre de 2025 (Anfac), y todo apunta a que el segmento C será el más competido en los próximos meses. Modelos como el Citroën ë-C4 X, el Renault Megane E-Tech o el MG4 Electric ya están plantando cara, pero la llegada del EV3 puede forzar un ajuste de tarifas generalizado. A día de hoy, pocos pueden igualar esa combinación de autonomía, diseño y precio por debajo de los 30.000 euros.