BYD continúa ampliando su ofensiva premium con su marca de alta gama Yangwang, y lo hace con una apuesta imponente: el U8L, una versión extendida del todoterreno eléctrico U8 que añade espacio y exclusividad sin renunciar a su espectacular ficha técnica. Presentado recientemente en China, este mastodonte aspira a medirse de tú a tú con referentes como el Mercedes-Benz Clase G, especialmente en su variante eléctrica EQG.
Aunque BYD no ha revelado todavía las dimensiones exactas del U8L, las estimaciones apuntan a que rebasará los 5.600 mm de largo, superando incluso a modelos como el Range Rover LWB o el Cadillac Escalade. El modelo base U8 ya mide 5,32 metros, con una distancia entre ejes de 3,05 m, por lo que esta nueva versión gana en habitabilidad, probablemente con una configuración de seis plazas totalmente individuales distribuidas en tres filas.
El corazón del U8L sigue siendo el mismo que en el U8 convencional: un sistema de propulsión de autonomía extendida con cuatro motores eléctricos (uno por rueda), que entrega 1.196 CV (880 kW) y 1.280 Nm de par máximo, cifras más propias de un superdeportivo que de un SUV de más de tres toneladas.
El vehículo equipa una batería LFP (litio-ferrofosfato) de 49,05 kWh, suficiente para recorrer hasta 180 km en modo 100% eléctrico (según ciclo CLTC). Gracias al apoyo de un motor térmico 2.0 turbo que actúa únicamente como generador, la autonomía total combinada alcanza los 1.000 km, todo ello con un depósito de solo 75 litros. En carga rápida, puede recuperar del 30 al 80% de la batería en apenas 18 minutos, con un pico de potencia de 110 kW en corriente continua.
Más allá de los números, lo que hace del U8L una pieza única es su tecnología de vanguardia. Incorpora la suspensión activa DiSus-P, desarrollada por BYD, que permite ajustar la altura y rigidez del vehículo para mejorar su agilidad y minimizar balanceos. También equipa el avanzado sistema de asistencia a la conducción God’s Eye C, que incluye tres sensores LiDAR.
Uno de los aspectos más llamativos del Yangwang U8 —y que también estará presente en el U8L— es su capacidad para flotar en el agua en situaciones de emergencia. Este modo activa un protocolo específico: se apaga el motor térmico, se eleva la suspensión, se cierran las ventanas, se abre el techo como vía de escape y se pasa el aire a recirculación. Según BYD, el coche puede mantenerse a flote durante 30 minutos y avanzar a 3 km/h gracias al giro de sus ruedas. Eso sí, después de activarse, el coche debe ser revisado en un centro técnico autorizado.
Con este SUV de proporciones colosales, BYD refuerza su presencia en el mercado del lujo electrificado y pone más presión sobre los fabricantes europeos. Mientras Mercedes-Benz prepara su Clase G eléctrico, los chinos ya lo han hecho realidad, con un modelo que combina potencia bruta, tecnología avanzada y una ejecución sorprendentemente refinada.
